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Tu casa es, sin duda, el activo más valioso para la gran mayoría de nosotros, y venderla te costará miles de dólares. Utilizar los consejos para ahorrar dinero de este artículo debería reducir el coste de la mudanza.

Los honorarios de los agentes inmobiliarios varían, así que busca entre ellos y no olvides regatear y pagar uno contra otro. Deberías aspirar a una comisión del 1%, y además presionar para que el periodo de vinculación no supere las 6 semanas, lo que da tiempo suficiente para vender la casa, pero si no pueden, puedes cambiar de agente sin recurrir a un «multiagente», lo que aumentará los honorarios a más del 3%, ¡un gran inconveniente! Asegúrate de que obtienes una valoración justa, nunca digas a un agente inmobiliario en qué han valorado tu casa otras agencias. Lo utilizarán para manipular su oferta, lo que a menudo provoca grandes distorsiones.

Es una falsa economía ir a por los abogados más baratos, así que pide recomendaciones a todos los agentes inmobiliarios con los que hables y recuerda pedir el nombre de personas concretas, en lugar de sólo el de los bufetes. Llámales y pregúntales cuáles son sus tarifas, y fíjate también en si son amables, serviciales y, sobre todo, eficientes. Los honorarios son negociables, así que regatea. Compite con cada uno de ellos para conseguir el mejor servicio al mejor precio.

Vender tu casa de forma privada puede suponer un ahorro de miles de dólares. Uno de cada veinte vendedores está optando por el bricolaje, lo que podría ahorrarte miles de dólares. Es un gran consejo para ahorrar dinero, pero hay un par de inconvenientes, básicamente «tiempo y esfuerzo». Puedes considerar la publicidad en los periódicos, los folletos y los carteles. Los periódicos suelen cobrar por línea o por palabra, así que intenta que tu anuncio sea lo más breve posible sin que resulte poco interesante. La forma más sencilla de vender tu casa por ti mismo es utilizar uno de los muchos servicios de venta de casas online.

Obviamente, lo mejor es vender tu casa cuando el mercado es fuerte y la demanda es alta, así que estate atento al mercado inmobiliario local. Por lo general, el mercado tiende a ser más fuerte a principios y finales del verano que el resto del año, así que intenta vender tu casa entonces. Evita también completar con tus vecinos, así que si ya hay unos cuantos carteles de «Se vende» en tu calle, quizá sea mejor esperar un poco.

Las investigaciones han demostrado que una casa mal presentada puede tardar más en venderse y puede reducir el precio en miles de dólares. Así que saca tus pinceles, dale una mano de pintura a tu casa y termina todos los trabajos de bricolaje que tengas pendientes. Habla también con el agente inmobiliario sobre la posibilidad de añadir valor a tu propiedad: quizá merezca la pena gastar un poco de dinero para ganar algo más. Sin embargo, ten cuidado de no gastar más de la cuenta, ya que podrías no recuperar tu dinero, así que habla de todas las mejoras previstas con tu agente inmobiliario.